los paseos de solosporelmundo

viernes, 23 de diciembre de 2016

Semanita rumana

Para empezar unos links a documentos con los sitios a ver, comer,etc. están hechos con el google maps y los sitios sacados de otros blogs viajeros y de guias.

Aeropuerto.
Iglesias de Bucarest.
Edificios civiles.
Museos de Bucarest.
Varios.
Comer y beber en Bucarest.
Blogs y webs sobre Rumania.
De la estación de Brasov a la autogara 2.
De la autogara 2 al centro de Brasov.
Del centro de Brasov a la estación de tren.

1º día. 03-12-2016

Primer vuelo con Blue Air, un Ryanair rumano, en el que molestan menos y al final te dan un caramelo.
Coger el autobús 783 en el aeropuerto es fácil, sigues las indicaciones y compras el ticket que vale para dos viajes una persona o un viaje dos personas, esto es así en todos los autobuses urbanos y el metro, 8’60 lei los dos. El autobús lleva una pantalla de led donde anuncia las paradas, si sabes cuál es tu parada lo tienes todo solucionado.
El hotel Ambassador está muy bien para el precio, falta ver el desayuno, pero tendría que ser horrible ya que por 7 noches con desayuno hemos pagado 396 euros.
Dejamos las maletas y sin deshacerlas salimos a tomar una primera toma de contacto con Bucarest. Son las 4 así que paramos a comer unos fideos en un vietnamita que está al lado del hotel.
A las 4’30 se hace de noche, de hecho al salir de comer ya están todas las luces encendidas.
El paseo de hoy es sencillo bajar las avenidas rectas que nos llevaran a la plaza Unirii y de ahí por el bulevar del mismo nombre al mercado de Navidad y a ver el famoso parlamento aunque sea de noche.
Antes de llegar a la plaza de la universidad nos encontramos con la primera iglesia ortodoxa, la biserica italiana, un poco oscura y todas las paredes llenas de pinturas, nos quedamos un rato oyendo a un cura músico que está tocando el órgano.
Habíamos leído que el mercado de navidad lo ponían en la plaza de la universidad, pero no era cierto o era cierto otros años. La plaza tiene buena pinta incluso de noche, no hay mercado pero si unas casetas de comer y beber, nos hacemos el primer vino caliente del viaje. Aquí no es como en Alemania que dan una tacita de 200 ml. Aquí son vasos de cartón de 400 ml.
La plaza Unirii es un anuncio toda ella y el rey es Amancio, tiene desplegadas todas la marcas de Inditex en esta plaza.
Lo que más nos llama la atención son la fuentes, Nunca habíamos visto tantas fuentes juntas y tan grandes, no tiene agua pero están todas iluminadas.
En el mercado hay un escenario bastante grande en el cual hacen actuaciones, hoy toca un grupo ye-ye de jubilados que parece que le gusta mucho al público. El mercado cumple todas las expectativas de un mercado de navidad.
El parlamento esta como un decorado al fondo del mercado, de noche no impresiona mucho.
Nos vamos a cenar al casco viejo, vemos a Drácula en la corte vieja, la cual esta vallada y cerrada.
Nos fiamos de un gancho para cenar y cenamos regular en Zaraza. Igual fue mala suerte pero la carne estaba muy, muy dura, el precio era normal y el local lo mejor, decorado con cuadros antiguos, había sobre todo lugareños tomando café, pero ninguno comía.
Después de cenar damos un paseo por Lipcasi, no es muy grande la zona y hay muy poca gente para ser sábado. Nos encontramos con la biblioteca Cărturești Carusel.  Es un paraíso para los amantes de los libros. Este impactante y moderno local de 6 plantas ocupa el antiguo edificio de un banco del siglo XIX.  Abierto de lunes a domingo de 10:00 a 22:30.
Caminito al hotel a deshacer las maletas y a dormir. Mañana a lo mejor hay cervecita antes de dormir.

2º día. 04-12-2016
Diana a las 8 h. el desayuno es bueno para cebar al ganado, y todo muy bueno, ya veremos la variedad que tienen.
Hoy tenemos pensado para empezar ir a la estación de trenes andando para ver lo que nos cuesta y si el camino vale la pena como paseo. Y lo más difícil ver si podremos entendernos con las maquinas o personas para sacar los billetes.
Nos cuesta 35 minutos llegar, el paseo no es tan bonito como para repetirlo 2 veces más y menos a las 7 de la mañana como pasara las otras veces. O sea que iremos en metro, el cual en esta ciudad parece fácil y amigable.
Hoy no dedicaremos a recorrer la calle Vitorei, de arriba abajo. Comienza en la plaza del mismo nombre y termina en el casco viejo.
Desde la estación de trenes a la plaza Vitorei vamos andando y nos encontramos una iglesia que no teníamos marcada, Biserica Sfântul Nicolae en el Bulevardul Alexandru Ioan Cuza cuando llega a la Strada Buzești, pongo la dirección porque esta iglesia no está en el google maps, con la suerte del principiante de que están haciendo misa o lo que hagan, el caso es que hay un cura monísimo de la muerte con unos colorines envidiables hablando a un montón de gente de pie y de rodillas, en las iglesias ortodoxas no hay bancos, solo unas pocas sillas.
La calle Vitorei tiene unas 8 iglesias, 3 o 4 museos y otros tantos palacios. Vale la pena el paseo solo entramos en las iglesias que están todas abiertas y los otros edificios solo los vemos por fuera. En ninguna iglesia cobran por entrar y nos dejan hacer fotos, por si acaso preguntamos en todas, preguntar quiere decir enseñar la cámara, no os vayáis a creer que hablábamos con los nativos.
Paramos en el Ryan's Irish Pub a comer está en la calle Strada Piața Amzei 13. Pasamos por aquí de casualidad a la vuelta de cambiar leis en el Bulevardul General Gheorghe Magheru enfrente de la parada de metro, que es donde teníamos controlada una casa de cambio. Comemos pollo al grill con patatas y salmón con verduras, 3 cervezas y 2 cafés nos cuestan 121 leis.
La calle Vitorei nos lleva todo el día, cuando llegamos al casco antiguo ya es de noche, lo cual quiere decir que son la 4 y media de la tarde, queda un mundo para acabar el día.
Nos acercamos al mercado de navidad, a ver si está más vacío, pero está más lleno de gente que el día anterior.
Decidimos acercarnos al parlamento que está detrás del mercado, pero hay una avenida de 10 carriles sin semáforos cercanos. El parlamento tiene una valla y un jardín y no se le ve entrada frontal y está muy poco iluminado, por lo que pensamos que ya volveremos de día.
Nos vamos a callejear por la derecha del mercado de navidad y nos encontramos con un palacio inmenso y otros más pequeños, vamos una locura. Lo mejor de todo es una iglesia con muchos árboles iluminados y un campanario separado de la iglesia, es el primer campanario que vemos en una iglesia. Está todo muy iluminado y en el mismo recinto que la clínica de Nadia Elena Comăneci, la famosa gimnasta rumana.
Las calles del casco viejo están muy oscuras incluso con la luces de navidad, no nos hacemos una idea de la oscuridad que habrá cuando quiten las luces de navidad.
Cenamos en la Mama, cerca de la plaza de la universidad 2 sopas (ciorbas), unas mitetie (como longanizas sin piel más cortas y más gordas) y unos mitetie típicos de los Maramureș que parecen chorizos de Albacete y dos cervezas nos cuesta 88 leis.
Despacito hacia el hotel a escribir, mandar whatsapp, subir fotos a Instagram pero sobre todo a dormir.


3º día. 05-12-2016
Desayuno exactamente igual que el día anterior, las cosas estaban en la misma posición.
Hoy vamos a probar el metro para ir a la estación de trenes, nos ha costado algo menos, hay que hacer transbordo, así que iremos con el metro. El metro es muy rápido y pasa cada 2 minutos hay pocas líneas y está muy claro con pocos cruces de líneas. Vale 5 leis 2 viajes o un viaje dos personas, a este precio no vale la pena sacar bonos de transporte, se valida al entrar y la salida es con tornos sin control.
Una de las tareas en la estación es sacar el billete para ir mañana a Bran. Llevamos un poco de miedo con no entendernos el simulacro de ayer no fue muy positivo. En el móvil llevamos traducido al rumano lo que queremos,  “dos billetes a Brasov a las 8’15 y 2 de vuelta a Bucarest en el último”, Se lo ponemos en el cristal tras darle un simpático “good morning” y pone cara de “yo solo trabajo aquí y vendo billetes”, parece que lo ha leído con lo que Charo quita el móvil de la ventanilla, en ese momento la taquillera con señas dice que se lo enseñemos otra vez, cosa que no podemos la traducción se ha ido y tendríamos que volver a escribirlo, así que con los dedos, “tomorrow”, “the last” y cuatro señas más nos da 2 billetes para Brasov y 2 de vuelta en el último, que llega a Bucarest a las 00 horas y ya no hay metro y el camino de vuelta al hotel a esas horas da un poco de miedo, psicológico, la ciudad parece igual de segura que cualquier otra.
Con el metro vamos al Parcul Herăstrău la parada más cercana es la de Aviatorilor en la Piața Charles de Gaulle, en la cual hay una estatua del mismo, pero es pequeña y poco vistosa, el parque es enorme y con lago enorme para dar paseos en barca, pero eso me imagino que en verano tendrá más éxito que en diciembre. La idea es ver el “Muzeul Satului Village Museum” o museo de la villa. El museo está en la otra esquina del parque de donde deja el metro, pero incluso con los arboles pelaos de hojas es agradable un pequeño paseo por el parque, de camino hay un memorial pequeñito a Michael Jackson, si pasas lo miras pero no vale la pena ir adrede.
Es lunes y hay muy poca gente en el parque y de lejos la puerta del museo nos parece que no es la entrada, y eso es porque los domingos pese a lo que habíamos leído “abierto todos los días” está cerrado, le echamos un vistazo pues la valla no es opaca y se puede ver todo lo que hay dentro, es enorme y por lo que vemos no nos importaría perdernos este museo. Grave error. En diciembre por lo menos cierra los lunes y martes.
Aprovechamos para ver el arco del triunfo y una iglesia que hay al lado.
Como plan “B” elegimos ver el parlamento, que es uno de los obligatorios. Y con el metro estamos en la plaza Unirii en un momentito. No tenemos claro si lo podremos ver pero si no cogeríamos hora para otro día.
El mercado de navidad está casi vacío así sí que se pueden ver los puestos.
Por un rayo divino de inspiración se me ocurre que la entrada al parlamento está en el lateral izquierdo, “de frente es enorme pero los laterales no podíamos preveer como eran” con la inspiración a cuestas le preguntamos a un guardia jurado del mercado “¿the entry?” Acompañado del brazo extendido en dirección al parlamento y el guardián de la seguridad con cara de haba afirma moviendo la cabeza sin decir nada absolutamente.
Buscamos como cruzar la autopista de 10 carriles que nos separa del objetivo y comenzamos a subir una cuesta que nos llevara a la puerta que se ve a lo lejos para entrar, pero al llegar nos dicen que se entra por la otra puerta y como solosporelmundo no retrocede nunca, siempre hacia adelante, decidimos darle la vuelta al parlamento, pensando que sería cuadrado debería haber la misma distancia.
Sorpresa, al final de la cuestecita descubrimos que no es un cuadrado es un rectángulo y los laterales son 10 veces más lagos que el frontal, pero una decisión es una decisión y seguimos adelante, la recompensa no viene del cielo ya que en la esquina han hecho una iglesia ortodoxa de madera tallada que nos gusta mucho, al lado están construyendo una iglesia al estilo de los Maramureș con la torre en punta y finita. En el inmenso solar están construyendo una catedral enorme según creemos leer en un cartel.
Tras este pequeño descanso visual seguimos la valla del parlamento, es largo pero merece la pena vemos edificios estilo sosito comunista y es a lo que hemos venido.
Por fin llegamos a la entrada y no hay gente, solo unos españoles reservando la visita para el día siguiente el hijo habla muy bien inglés, antes de que se retiren el chico se da cuenta de que no hablamos inglés y de que la cara anchoa que atiende no está receptiva a entenderse con dos paletos se ofrece a ayudarnos, le decimos que no se preocupe que creemos que todo irá bien, pero no la tiparraca se cierra en banda y no nos quiere entender ni da facilidades, así que menos mal que el chico no se ha ido aun y lo llamamos, la burócrata lo que nos decía es que como no sabíamos inglés y por seguridad no nos dejaba entrar si pasaba algo no íbamos a saber lo que había que hacer para evitar una hecatombe nuclear, pero si la visita no es en inglés es en rumano, no sé qué será peor, al final a tres bandas la esmerada obrera del régimen, nosotros y el bilingüe paisano conseguimos entrar en el turno de las 2 que era el siguiente y faltaba 15 minutos, tras pagar 35 leis per cápita. Y no sacamos la entrada de hacer fotos, no nos esperábamos tanto lujo.
Pasamos la seguridad haciendo lo que hacen los de delante y no hay problema, no hacia tanta falta el inglés, eso sí en las explicaciones del guía de cada 10 palabras entendemos media o ninguna. Aparte de nuestra ignorancia, el guía es simpático y agradable.
El parlamento es una pasada de cristal y mármol, pero con buen gusto en el sentido de que no resulta sobrecargado u horrible, otra cosa es la pasada que se metieron con la construcción se les fue la olla y seguramente se merecieron o se ganaron a pulso el final que tuvieron los Ceausescu. Nosotros sacamos la entrada completa pero la terraza y sobre todo el sótano son prescindibles. La terraza lo mejor que tiene es ver las fuentes del bulevar Unirii, todas en marcha tiene que ser un espectáculo. El parlamento es una visita obligatoria.
Son las 4 sin comer, vamos al mercado de navidad a tomar un tentempié de productos típicos de la tierra. Comemos carne picada envuelta en repollo.
Nos queda un poco de luz así que vamos a ver unas iglesias, la catedral y el palacio del amo de la iglesia ortodoxa. A la catedral llegamos sin luz, pero dios nos lo compensa con una misa ortodoxa en la catedral, la cual nos dará indulgencias.
Todo el complejo catedralicio es muy bonito y tenemos que venir de día para volver a verlo y hacer unas fotos, de noche las fotos no nos salen muy bien.
De noche y otra vez en el casco viejo, esto nos lleva a la bebida, estamos en el pub irlandés St. Patrick tomándonos unas guinness, mira por donde hoy es lunes y los lunes hay oferta, por cada 2 pintas te regalan otra así que nos bebemos 1’5 pintas cada uno.
Queremos ir a cenar al caru cu bere, súper típico turístico de la muerte, hemos leído que hay que reservar, está siempre lleno, pero nos gusta la aventura y vamos a ir a pecho descubierto sin reservar a la aventura, estilo Livingstone cartografiando África.
Naturalmente hay mesa para nosotros pero está lleno y es una casualidad, la mayoría de la gente reserva, es lunes y está lleno. El ambiente es como habíamos leído súper turístico pero la ambientación es muy buena tiene un toque medieval en general es bonito y agradable, si el murmullo fuera un poco más suave, yo no oigo a la gente chillar porque me ha tocado a 30 centímetros de dos músicos que están tocando, quizás mejor la música que el murmullo. Lo más curioso fue la “humillación” que sufren los trabajadores del local todos desde cocineros a limpiadores, les hacen desfilar en fila por todo el local, lo he contado y son más de 50 trabajadores, normal que sirvan tan rápido y todo sea tan ágil. El desfile recuerda a lo que hacen en los cruceros. Cenamos 2 sopas servidas en un bol de pan, de segundo una carne con polenta para compartir y 2 cervezas 93 leis, no es muy caro para el sitio que es. Lo mejor el local.
Paseíto hacia el hotel y a dormir mañana hay que madrugar para ir a ver a Drácula.


4º día. 06-12-2016
Madrugada a tope, a las 6 arriba y a las 7 en punto en la puerta del desayuno “copia exacta del desayuno de ayer”, conseguimos legar a las 8 a la estación de trenes y a las 8’15 sale el tren hacia Brasov.
Hoy vamos a usar todos los tipos de transportes terrestres metro, tren, autobús urbano, autobús interurbano, microbús y taxi.
Llegamos sin incidentes y puntuales a Brasov, en la puerta de la estación se sacan los billetes de autobús, nosotros cogemos el 23 pero hacia la autogara 2 salen algunos más, la parada esta al salir de la estación a la derecha, en los enlaces de documentos pongo capturas e itinerarios. Hacia 4 paradas y como sabemos cómo se llama la nuestra, cuando aparece en la pantalla led nos bajamos. La autogara 2 es un poco cutre, no tiene taquillas y parece un poco caótica, pero solo tenemos que buscar un autobús que en el frontal ponga Bran. El billete lo cobra el chofer y son 7 leis por persona y sale cada hora.  El autobús era curioso además de viejo todo el techo iba cubierto de ambientadores de cartón de los de toda la vida de olor a pino.
El castillo está en el mismo pueblo y nada más bajar se ve. La entrada vale 35 leis por persona y se pueden hacer fotos. El exterior no está mal y la decoración del interior está un poco forzada y nos dio la impresión de relleno.
Es una excursión que hay que hacer, pero no le pongáis muchas expectativas, intentar ver este antes del castillo de Peles.
Estábamos esperando el autobús de vuelta, cuando paro un microbús al que otra gente entre ellos españoles le preguntaron si iba Brasov, y el precio, cobra  7 leis como el otro autobús y nos deja en la autogara, pero no entra por lo que igual es un poco pirata. Lo que sí que va es más rápido. Nos deja en la parada de los autobuses 41 y 22 que son los que van al centro de Brasov. Se hace un poco largo el recorrido y al preguntarle a una nativa por el centro señala hacia detrás como que lo hemos pasado, nos bajamos en la primera y andando para el centro.
Como es un poco tarde nos metemos en el McDonald a comer una sopa, no está mala sopa de la súper cadena.
Visitar Brasov sin salir del centro, sobra con 2 horas, hay mercado de navidad como era de esperar con un árbol muy bonito, La mayoría del tiempo es de noche, pero no nos importa y le damos un buen paseo al centro.
Cuando se hace la hora de retirarnos vamos a la parada del 51, que está cerca de la plaza principal y hacia la estación de trenes. Mapas en los archivos adjuntos.
En la entrada de la estación hay unos quioscos que venden bocatas y bebidas, compramos 2 bocatas y 2 cervezas para cenar en el tren.
Tenía que salir a las 20’42 pero intuimos que anuncian retrasos del tren por megafonía y la situación es un poco tensa porque es la única estación del mundo que no tiene información de los trenes en los andenes, como hay bastante gente esperando en el andén y siguen allí, pensamos que no ha cambiado de vía y que es un retraso. Al final el tren llega con una hora y algo de retraso.
Nada más subir cenamos y a dormir, con lo que el viaje se hace súper corto.
Al bajar del tren un señor nos ofrece un taxi, pero Charo medio dormida le dice que no, pensamos que da igual y que fuera de la estación habrá más. Pero solo había uno con el motor en marcha y sin chofer. Llega un taxi ocupado que descarga y un lugareño muy amable no lo cede. El taxista nos hace un recorrido turístico nocturno de Bucarest que nadie le había pedido y encima nos pide más de lo que marcaba el taxímetro, y quiere cobrar con billetes de 10 no acepta los que yo le daba más pequeños, esto lo descubrimos porque nos enseñó los billetes que quería. Nos cobró 10 leis que son 5 € así que no le discutimos el tour. Nos dejó en la puerta del hotel y a dormir.
El 95 % de los taxi son marca Dacia y un modelo pequeñito, el que nos tocó a nosotros se paraba y el taxista por señas decía que era muy malo.


5º día. 07-12-2016
Hoy no hemos madrugado, nos hemos levantado a las 8 y en el desayuno había una novedad, puré de patata con algo por encima, estaba bueno.
Íbamos a ver 3 iglesias que nos pillaban de camino hacia el centro, las hemos visto, pero nos hemos liado callejeando entre nuestro bulevar y el bulevar Dacia y nos hemos encontrado un montón de palacios muy bonitos con lo que se nos ha ido la mañana rápidamente. Este paseo es muy recomendable. No os podemos decir las calles que son porque nos hemos movido por intuición y cuando nos veíamos muy perdidos nos reorientábamos con el móvil.
Para no perder mucho tiempo hemos comido en los puestos de comida de la piata university, dos perritos caliente típicos de aquí y 2 vinos calientes.
A seguir caminando, para ver más iglesias y la gran sinagoga esta es la única en la que nos han cobrado, 10 leis por persona. A cambio en la sinagoga había un guía que soltaba un rollo en ingles infumable, menos mal que nos ha dejado hacer fotos hasta hartarnos, porque si no hubiera sido un rollo, pero así ha quedado compensado.
Hemos llegado por fin con un poco de luz al barrio viejo y está abierta la valla de la corte vieja con lo que podemos ver la iglesia, con tan mala pata que la parte del palacio está cerrada por obras, que le vamos a hacer.
Hemos ido a ver la iglesia búlgara, que estaba cerrada y la rusa está en obras.
Ya es totalmente de noche por lo que nos vamos de compras como buenos turistas, para complacer a Charo que ya tenía ganas, hemos comprado un par de gorros con orejeras forrado con pelo de conejo y son de lo más abrigaditos, la pena es que esta noche no hace frio pero mañana los agradeceremos.
La plaza Unirii está dominada por el imperio de Inditex y hoy vamos a ver el centro comercial Koton que es donde están todas las marcas. No encontramos nada interesante.
Decidimos hacer el descanso del guerrero y vamos a la Pasajul Macca una callecita muy maja con muchos bares en el casco viejo. En uno de ellos probamos la cerveza local Silva una cerveza tostada y muy buena.
Salimos pensando en cenar en el pub Octoberfest, pero solo hay sándwiches y papas, así que acabamos entrando en el Pub Bordello, un sitio curioso en el que en el sótano hacen espectáculos de burlesque. Pedimos la hamburguesa Romania, nos sorprende el pan es muy raro, no parece ni pan.
Mañana volvemos a madrugar así que nos vamos a dormir.


6º día. 08-12-2016
El despertador suena a la 6 y a la marcha. Desayuno habitual y camino a la estación de trenes.
Nos viene todo rodado y en media hora estamos en la estación. La verdad es que el metro es una pasada, cada minuto pasa uno, la gente no corre por cogerlos, así van de llenos.
Con el traductor resulta fácil sacar los billetes, aunque en la web habíamos visto que a las 19’29 h. había uno de vuelta y no nos quiso o no podía vendernos para ese tren y nos dio para las 19’02 h.
En 2 horas estamos en Sinaia y caminito para arriba  para ver el monasterio de Sinaia, el castillo de Pelisor y el de Peles. Hay mucho hielo en las calles y muy resbaladizo, vamos con mucho cuidado a ver si nos caemos y se estropea la excursión y el viaje. Por el camino vamos descubriendo palacetes que los aristócratas construyeron para estar cerca del rey.
Lo primero que vemos es el monasterio hacemos 3 fotos y seguimos, lo dejamos para la vuelta. Vemos a lo lejos el castillo de Peles y empieza la locura y el descontrol fotográfico, a cada paso queríamos hacer foto, ya que cambia la perspectiva y todas las panorámicas nos parecían las más bonitas.
En el camino hay tenderetes con productos típicos atrapa turistas de todo tipo, están súper abrigados porque aquí el frio es fuertecito, esto es una estación de esquí y está a una altura considerable.
Una vez en el castillo sacamos las entradas, solo hay un tipo de entrada de 50 leis por cabeza y no sacamos la de hacer fotos. Nos ponemos en la cola para la visita guiada, que es la única que hay, por libre nada de nada.
No tardamos mucho en entrar, nos hacen poner unas fundas de plástico para los zapatos para no estropear ni ensuciar los suelos de madera y las alfombras, nos recuerdan a los gorros de ducha que dan en algunos hoteles.
Resulta un castillo impresionante, todo de madera, con techos preciosos y unas vidrieras de las más bonitas que hemos visto nunca. El mobiliario se ajusta a la época y es precioso. Se visitan pocas estancias pero resulta impresionante. Sin lugar a dudas es el más bonito que hemos visto nunca y por supuesto se lo recomendamos a todo el que pase por estos lares.
A la salida nos ponemos ciegos a hacer fotos a los jardines, el castillo, a los alrededores todo nevado, una locura.
El castillo de Pelesor está a unos 200 metros, es mucho menos espectacular por fuera y por dentro. Por lo cual no entramos para no estar comparándolos, y nos quedamos con el buen sabor de boca que nos ha dejado el de Peles. Nos conformamos con hacerle fotos al exterior, hago una macros del hielo fabulosas.
Bajamos hacia el monasterio de Sinaia, este sí que lo visitamos, la entrada cuesta 10 leis por persona y el museo está cerrado, por el frio según dice el que vende lo tickets que está metido en el coche para resguardarse del frio.
El monasterio tiene 2 iglesias una vieja rodeada de celdas para los monjes y una nueva más grande y aparatosa, por dentro es bastante bonita. Los monjes están haciendo su liturgia, sin feligreses y casi a oscuras, por lo que nos joroban las fotos, vamos que no podemos hacer. Nos salimos a disfrutar del exterior que aún queda mucha luz.
Bajamos al pueblo y comemos en un autoservicio, dos sopas carne envuelta en repollo, dos cervezas y dos cafés.
El pueblo es prácticamente una calle, eso sí muy larga, al ser una estación de esquí está orientado al esquí y hay muchos hoteles. Entramos en un centro comercial para ver tiendas locales y estar un poco más calientes. Hoy no hemos pasado frio con la ropa térmica y los gorros de pieles que nos compramos ayer.
No vamos a la estación con tiempo para tomar una cerveza en el bar de la estación, pero resulta que no tiene bar, es la única estación del mundo sin bar, menos mal que hay una especie de quiosco/panadería que tiene cerveza y roscas típicas de la zona.
Nos mosquea ver números raros al lado de nuestro tren y pasa de la hora, le enseñamos el billete a la taquillera y  nos dice que sí que lleva 90 minutos de retraso y nos ofrece cambiarlo por otro que solo le falta media hora para llegar. Menos mal. Aun así vamos a llegar a las 21’30h.
A esta hora aun funciona el metro, pensando donde cenar, como es un poco tarde elegimos un pub Journey que está cerca del hotel. Tiene varias salas y una muy grande que tiene el techo corredero, me imagino que en verano lo dejaran como terraza abierta. Es un sitio muy agradable y el servicio muy atento y la camarera se esfuerza por entendernos. Cenamos bien pero no me acuerdo el que, lo que si me acuerdo es que pedimos para beber cerveza Ursus negra y nos encantó.
A dormir mañana será otro día.



7º día. 09-12-2016
Pues hoy como los días normales a las 8 arriba. El desayuno bien, pero un plagio de los anteriores.
Hoy tenemos pensando hacer y ver unas cosas que nos faltan, ir al parque herastrau a ver el museo de la aldea y lo que sobre para despedirnos de sitios, aunque no contesten.
Lo primero es hacer unas fotos al Teatrul National Bucuresti, que está en la plaza de la universidad, el edificio es moderno pero muy agradable, de noche el voladizo cambia de color, tenemos fotos pero de noche y queremos fotos con luz solar, además del teatro están las estatuas de los payasos y al colorido kilómetro 0 de Rumania.
De camino también hacemos fotos con luz de La loba y Rómulo y Remo mamando.
También nos falta ver con buena luz solar la Curtea Veche, aunque no se pueda entrar al palacio, pero si queremos entrar en la Biserica Sfântul Antonie, que como esta en el recinto no hemos podido. Enfrente está el restaurante Hanu' lui Manuc, al cual también retratamos con luz solar, el edificio por dentro y por fuera es muy bonito.
Con la misma intención de hacer fotos con luz nos acercamos dando un paseíto por el rio Dambovita a la Biserica Sfântul Spiridon Vechi que de noche nos había gustado mucho, es la que está en el mismo recinto que la Policlínica Nadia Comăneci
Ídem con el parlamento a ver si le sacamos buenas fotos con luz solar, aunque está un poco nublado. Es un edificio que gusta por lo monumental y sencillo que es su estilo, acordaros que luego por dentro engaña.
Nos habíamos quedado con ganas de ver la catedral de día, así que hacia la catedral ortodoxa, de día es totalmente diferente como suele pasar, hacemos montón de fotos a la parte religiosa y a la palaciega.
Como veis le hemos sacado un rendimiento fotográfico brutal a la mañana.
Damos un pequeño voltio por la plaza Unirii y cogemos la línea 2 del metro que nos lleva a la plaza Charles de Gaulle  y haciendo el mismo recorrido del domingo entramos en el museo de la aldea, yo no tenía muchas expectativas por lo que habíamos visto a través de la valla, pero estaba rotundamente equivocado, es el mejor museo étnico que he visto en mi vida, nos inflamos a fotos y videos, no os lo podéis perder. En primavera u otoño tiene que ser más bonito aun por que mejorara mucho el entorno.
Comemos en el restaurante del museo y cuando salimos del museo está anocheciendo. Nos acercamos al arco del triunfo a hacer unas fotos en el atardecer, que se nos hace de noche.
Cogemos el metro a la plaza Unirii y como última misión tenemos paseo por el bulevar Unirii, como hay poca gente recorrido por el mercado navideño, última mirada a las fuentes del bulevar que me han cautivado y paseando por el casco viejo buscar algún sitio para cenar. No encontramos ningún sitio que nos guste para cenar pero igual es porque es demasiado pronto, así que decidimos cenar en el pub Journey, el de ayer, así se hace un poquito más tarde y el sitio nos gustó.
Nos acostamos pronto, mañana no hay que madrugar, hay recontra madrugar. Y aún no hemos hecho las maletas.





8º día. 10-12-2016
Nos levantamos a la 3 de la noche, eso no es de madrugada. Ayer pedimos el desayuno para llevar y lo han dejado en recepción.
Vamos a ir al aeropuerto con el autobús 783 el cual se porta de cine y a su hora nos recoge y nos traslada al aeropuerto para a las 7 salir volando hacia casita.

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